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AmeliCA vs Plan S: mismo objetivo, dos estrategias distintas para lograr el acceso abierto.

El 4 de septiembre de 2018, un grupo de organizaciones nacionales de financiación de la investigación, con el apoyo de la Comisión Europea y el Consejo Europeo de Investigación (ERC por sus siglas en inglés), anunció el lanzamiento de cOAlition S, una iniciativa para hacer que el Acceso Abierto (AA) completo e inmediato a las publicaciones de investigación sea una realidad. Está construido alrededor del Plan S, que consta de un objetivo y 10 principios (Science Europe, 2019). Dicho objetivo es:

“Para 2020, las publicaciones científicas que resulten de investigaciones financiadas con subvenciones públicas otorgadas por los consejos de investigación y organismos de financiación nacionales y europeos participantes, deben publicarse en revistas de acceso abierto compatibles o en plataformas de acceso abierto compatibles”.

Al mismo tiempo, pero en otra región del mundo, AmeliCA se estaba gestando, la extensión de la filosofía, conocimiento y tecnología de Redalyc al Sur Global (Becerril-Garcia & Aguado-Lopez, 2018). AmeliCA es una iniciativa multi-institucional respaldada por UNESCO que surge en respuesta al contexto internacional, regional, nacional e institucional de la publicación académica, que busca una solución colaborativa, sostenible, protegida y no comercial para el Conocimiento Abierto en América Latina y el Sur Global (AmeliCA, 2018). Esta institución de los comunes fue lanzada en la Conferencia de CLACSO el 21 de noviembre de 2018, en el Foro Especial UNESCO: Democratización del Conocimiento Académico. Los Retos para el Acceso Abierto al Conocimiento.

De inicio, ambas iniciativas -el Plan S y AmeliCA- tienen un fin común: lograr que el Acceso Abierto sea una realidad. Sin embargo, son dos visiones muy distintas, dos conceptualizaciones sobre la circulación del conocimiento científico ¿En qué radica la principal diferencia entre ellas? ¿Cómo es posible que al surgir casi simultáneamente y con un mismo objetivo propongan estrategias, algunas de ellas, contrapuestas?

Es necesario hablar un poco de la historia, cultura e idiosincrasias regionales. América Latina ha creado y mantiene una estructura no comercial donde la publicación científica pertenece a la institución académica y no a grandes editoriales. Cada institución forma parte de una cooperativa informal que nunca ha sido explícita; cada institución financia revistas con sus propios miembros, y luego ese contenido está disponible a través de acceso abierto para otras instituciones. Dentro de este ecosistema, las necesidades de interoperabilidad, visibilidad y más recientemente estándares internacionales, tecnología e innovación son cubiertas por plataformas como CLACSO, Latindex, Redalyc, entre otras. Esto significa que todo el mundo obtiene beneficio de la inversión de todos. Este tipo de cooperación informal ha funcionado incluso antes de que el Acceso Abierto obtuviera su nombre oficial de la Declaración de Budapest.

Redalyc, por ejemplo, ha desarrollado tecnología para la edición electrónica de revistas científicas y la ha puesto a disposición de libre acceso para las revistas de América Latina que cumplen altos estándares de calidad. Tal es el caso de Marcalyc, sistema para realizar el marcado XML de los artículos científicos bajo el estándar JATS que permite generar los formatos ePUB, HTML, PDF, lectores inteligentes de artículos y lectores móviles, todo de manera automatizada. Además de otorgar servicios de interoperabilidad, visibilidad, métricas, entre otros.

Ni cuotas para autores ni cuotas para lectores han sido incluidas en la tradición editorial de la región. El Acceso Abierto recae normalmente en presupuestos institucionales y, para el caso de universidades públicas, dicho presupuesto viene de erarios nacionales. Lo cual quiere decir que los presupuestos públicos han tenido una participación importante en la circulación del conocimiento científico.

AmeliCA gira en torno al fortalecimiento de los equipos editoriales dentro de las instituciones académicas a través de proveer tecnología y conocimiento para garantizar los bajos costos en la edición y publicación científica lo que garantiza la sustentabilidad del Acceso Abierto sin APC. Además incluye proyectos como métricas para la evaluación del quehacer científico, comunidades de usuarios y desarrolladores de OJS, políticas sobre derechos de autor y uso de licencias, edición digital en formato XML bajo el estándar JATS, entre otros.

Coincidentemente, el Plan S y AmeliCA se basan en diez principios, que dejan ver el fondo de las estrategias de cada una. Por un lado, el Plan S centrado en regular acuerdos comerciales; y por el otro, AmeliCA, centrado en construir una infraestructura desde y para la academia.

Existen coincidencias entre las propuestas del Plan S y AmeliCA, como establecer que es necesario realizar pasos decisivos para lograr el Acceso Abierto. Sin embargo, es evidente que la estrategia del Plan S es regulatoria e indicativa, mientras que AmeliCA propone acciones y proyectos en respuesta a las problemáticas a las que se enfrenta la publicación y difusión de la ciencia.

Por ejemplo, ambas iniciativas reconocen los problemas de los sistemas de evaluación de la investigación que otorgan incentivos incorrectamente basados en indicadores como el Factor de Impacto, incluso las dos expresan su compromiso con los principios de la San Francisco Declaration on Research Assessment (DORA, 2012). Sin embargo, AmeliCA además ha organizado un grupo de trabajo multidisciplinar de expertos de diversos países para generar métricas más pertinentes y justas para el investigador, la ciencia y el Acceso Abierto.

El Plan S establece un mandato y en su principio número cuatro establece que las tarifas para publicación en Acceso Abierto estarán cubiertas por los financiadores o las universidades, no por investigadores individuales. Los mandatos no son nuevos, en América Latina existen más de 50, ¿pero un mandato a través del cual se garantice el pago de APC a las editoriales en vez de garantizar inversión para el desarrollo de infraestructura académica no es mantener el origen del problema? ¿Por qué no retomar el control de la publicación científica por parte de las instituciones académicas? Pareciera que se busca el objetivo sin incidir en la actual estructura corporativa editorial que hoy ahoga y se opone a los objetivos de apertura y transparencia y liga su esquema de precios y sustentabilidad en el control y manipulación de indicadores criticados por todos.

Aunque en regiones como América Latina el AA ha sido la forma natural de comunicación científica. Éste surge como concepto en el Norte Global como respuesta a los altos costos de suscripciones de las publicaciones del oligopolio comercial compuesto por grandes editoriales. Década y media después observamos que, como lo apunta Claudio Aspesi (2014), las finanzas de Elsevier y Wiley parecen estar muy sanas. El Acceso Abierto ha resultado ser un magnífico negocio cuando los costos de suscripciones se trasladan a los costos por publicar.

Sin embargo, las restricciones de publicación para investigadores en países con escasos recursos económicos están aumentando. Si bien el Plan S propone establecer niveles de APC y políticas de exención equitativas, el problema continúa: el control de la ciencia está en manos de unos pocos y los países y sus instituciones académicas no tienen ningún control más allá de los acuerdos comerciales. Las políticas de exención o el establecimiento de niveles de APC son mecanismos disruptivos para los sistemas que no operan bajo reglas comerciales o de mercado como el de América Latina.

Las grandes editoriales disfrutan de economías de escala lo que las convierte en empresas “too big to fail (demasiado grandes para quebrar)” y pueden ser consideradas monopolios naturales que adquieren un poder de mercado que impide la competencia. Alcanzan un nivel óptimo de producción para producir más a menor costo. Sin embargo, la masificación en el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación otorga el escenario para el quebrantamiento de ese poder.

Para que un monopolio exista además se deben dar entre otras condiciones por ejemplo que la empresa ejerza control sobre un recurso indispensable para elaborar el producto y que no se encuentren en el mercado otros bienes o servicios similares, que permitan reemplazar lo ofrecido por el monopolista. Para la difusión científica ese recurso indispensable es la “legitimación de calidad” que otorgan las publicaciones basada en indicadores mal utilizados que valoran la calidad de una investigación dependiendo del lugar donde se publica.

Guédon (2017) ya señala muy acertadamente que la investigación científica nunca ha sido sostenible. Desde el siglo XVII, ha sido fuertemente subsidiada. El costo de comunicar la investigación científica es una pequeña fracción del costo de la investigación, entre el 1% y el 2%. Entonces, ¿por qué deberíamos pedir a esa fase particular del ciclo de investigación que obedezca reglas financieras particulares expresadas en términos de “sostenibilidad”, mientras que la parte más grande de la investigación científica debe ser constantemente subvencionada? Parte de la respuesta a la pregunta es el legado de la era de la impresión. El mundo digital funciona de manera diferente.

En regiones como América Latina, la comunicación científica sí es parte de la infraestructura presupuestal subsidiada por las instituciones que generan ciencia. Entonces, AmeliCA propone un conjunto cooperativo de acciones que aprovechan la tecnología, conocimiento y experiencia de múltiples organizaciones para que la comunicación científica siga siendo una actividad en control de la academia y que no pierda esas subvenciones atraído por modelos comerciales de AA como el basado en APCs y optimice dichos recursos económicos y procesos para lograr sostenerlos.

El Eurocentrismo debe, en el siglo XXI, reconocer que hay otras regiones que no necesariamente comparten su visión y que el acceso abierto es una cuestión que atañe a todos, pero desde el Sur Global se ve con preocupación que se esté instaurando un modelo que oponga nuevamente al sur y el norte, en lugar de buscar la construcción de plataformas comunes que utilicen tecnologías que prevengan, desde ya, la posibilidad simplemente de ser controladas.

El alcance de AmeliCA abarca el Sur Global para reinstaurar, fortalecer y garantizar la sustentabilidad del AA del lado de la academia y no de las editoriales comerciales. El Plan S no contempla que sus decisiones alteran sistemas de comunicación científica de otras regiones y de otros modelos de AA. Por ejemplo, ¿qué pasa si un investigador de un país miembro del Plan S desea publicar en una revista de América Latina? ¿deben las revistas de América Latina entonces cumplir con los requisitos del Plan S, los cuales están pensados para revistas publicadas por editoriales comerciales?. No debemos olvidar que hay contribuciones de investigadores provenientes de fuera de Latinoamérica publicadas en revistas de esta región. En Redalyc por ejemplo, el 13.6% de los artículos provienen de autores no-latinoamericanos y para algunos países o áreas de conocimiento la participación de autores no-latinos representa hasta el 23%.

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La ciencia es una institución global y como tal las decisiones y acciones tomadas en algún punto del sistema alteran y tienen consecuencias en otras latitudes. Debemos buscar como humanidad una participación más equitativa de todas las naciones en el discurso científico que comprenda agendas locales, diversidad y coadyuve en la reducción de brechas.

BIBLIOGRAFÍA

AmeliCA. (noviembre de 2018). AmeliCA Conocimiento Abierto para América Latina y el Sur Global. Recuperado el enero de 2019, de AmeliCA: https://amelica.org

Aspesi, C. (2014). Reed Elsevier: Goodbye to Berlin – The Fading Threat of Open Access (Upgrade to Market-Perform). Bernstein Research, 1-20.

Becerril-Garcia, A., & Aguado-Lopez, E. (2018). The End of a Centralized Open Access Project and the Beginning of a Community-Based Sustainable Infrastructure for Latin America: Redalyc.org after Fifteen Years The Open Access ecosystem in Latin America. ELPUB. Toronto, Canada: HAL.

DORA. (2012). San Francisco Declaration on Research Assessment. Obtenido de DORA: https://sfdora.org/

Guédon, J. (2017). Open Access: Toward the Internet of the Mind. Budapest Open Access Initiative.

Science Europe. (2019). Plan S. Recuperado el Enero de 2019, de https://www.coalition-s.org